Un baño organizado no solo es más práctico, sino que también genera una sensación de bienestar y limpieza.
Aprovecha cada rincón inteligentemente
Los baños suelen tener espacios reducidos, por lo que es fundamental hacer un uso estratégico del espacio disponible. Coloca cestas en estanterías, dentro de cajones, sobre el inodoro o debajo del lavabo para aprovechar al máximo cada área.


Organización dentro de los cajones
Los cajones del baño pueden volverse un caos si no se organizan bien. Usa cestas pequeñas para separar los productos por categorías: una para productos de cuidado facial, otra para artículos de higiene y otra para cosméticos. Esto evitará el desorden y facilitará la búsqueda de cada artículo.
Cestas en repisas y estantes
Si tu baño cuenta con estanterías, aprovecha este espacio colocando cestas para guardar toallas enrolladas, productos de belleza o artículos de uso frecuente. Las cestas con tapa son ideales para mantener un aspecto limpio y ordenado.


Organización en la ducha
Las cestas de ducha con ventosas o colgantes ayudan a mantener los productos de higiene en su lugar y evitar la acumulación de botellas en el suelo. Opta por materiales resistentes al agua y con buen drenaje para evitar la humedad y el moho.


Estilo y funcionalidad
Las cestas no solo cumplen una función organizativa, sino que también aportan estilo al baño. Opta por diseños que combinen con la decoración, como cestas de mimbre para un look natural o acrílicas para un toque moderno. Agregar etiquetas a cada cesta hará que la organización sea aún más eficiente.
Con estos consejos, podrás transformar tu baño en un espacio ordenado, práctico y armonioso gracias al uso de cestas organizadoras.