Consejos para Usar Sábanas de Franela y Aprovechar al Máximo su Confort

Las sábanas de franela son sinónimo de calidez, suavidad y comodidad. Son la elección ideal para los meses fríos, cuando todo lo que deseamos es meternos en una cama acogedora y olvidarnos del frío exterior. Pero, aunque son muy populares, no todos saben cómo cuidarlas o aprovecharlas al máximo.
Elige bien la calidad de la franela
No todas las franelas son iguales. Existen diferentes calidades según el tipo de algodón utilizado, el grosor del tejido y el tipo de acabado. Una buena franela debe sentirse suave al tacto, no rasposa ni pesada. Las mejores sábanas de franela están hechas de algodón 100%, con un gramaje alto que indica mayor densidad y, por lo tanto, mayor calidez. Evita las mezclas con poliéster si buscas una sensación más natural y respirable.

Lávalas antes del primer uso

Aunque las sábanas nuevas suelen venir limpias, lavarlas antes del primer uso es recomendable para eliminar restos de fabricación (como aprestos o tintes) y suavizarlas aún más. Usa un detergente suave y evita los suavizantes artificiales, ya que pueden dejar residuos que afectan la textura de la franela.
Lava con cuidado para conservar su suavidad
La franela, por su textura cepillada, requiere un poco más de atención en el lavado. Aquí van algunos consejos:
• Lava con agua fría o tibia para evitar que encojan.
• Usa un ciclo suave o delicado.
• Evita sobrecargar la lavadora; así se reduce la fricción entre prendas y se conserva la textura.
• No uses lejía ni productos abrasivos.
Secar en secadora es posible, pero hazlo en temperatura baja. También puedes secarlas al aire libre, pero evita la exposición directa al sol para que no se desgasten los colores.

Almacénalas correctamente fuera de temporada

Las sábanas de franela suelen usarse principalmente en otoño e invierno. Cuando llegue la primavera y decidas guardarlas, asegúrate de que estén completamente limpias y secas. Guárdalas en un lugar fresco, seco y preferiblemente dentro de una bolsa de tela transpirable para evitar humedad y malos olores. Evita las bolsas plásticas, ya que pueden atrapar humedad y causar moho.
Combina con otros elementos térmicos
Si realmente quieres transformar tu cama en un refugio cálido, combina tus sábanas de franela con:
• Mantas polares o de lana
• Edredones térmicos
• Fundas de almohada de franela
• Colchas gruesas o cobertores de invierno
Este tipo de combinaciones no solo eleva el confort, sino también el estilo de tu habitación. La franela está disponible en muchos colores y estampados que puedes combinar fácilmente con tu decoración.

Evita el exceso de calor

Aunque la franela es perfecta para conservar el calor, es importante no exagerar con el abrigo, especialmente si compartes la cama. Si vives en una zona templada o si el invierno no es tan intenso, las sábanas de franela podrían ser suficientes por sí solas, sin necesidad de mantas extra.
Escucha tu cuerpo y ajusta el nivel de abrigo a lo que realmente necesitas para dormir bien.
Renueva cuando sea necesario
Como toda prenda de uso frecuente, las sábanas de franela tienen una vida útil. Si notas que pierden suavidad, aparecen bolitas (pilling) o ya no conservan bien el calor, tal vez es momento de renovar tu juego de sábanas. Invertir en un nuevo set no solo mejora tu descanso, sino también la higiene de tu cama.

Las sábanas de franela son una excelente inversión para tu bienestar en los meses más fríos. Si las eliges con cuidado, las lavas correctamente y las combinas con otros elementos térmicos, podrás disfrutar de noches más cómodas y cálidas. ¡No hay nada como envolverse en una cama suave y acogedora al final del día!
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